Fuera de Tiempo con Felipe Solá

Felipe Solá, ex canciller de la Argentina y ex Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, conversó con Diego Genoud acerca de cómo se vivió el estallido del 2001 en territorio bonaerense, el menemismo y los problemas que acechan a un país bimonetario.

“Lo que vuelve, 20 años después”. Editorial de 18/12/2021 en FM Milenium.

Se necesitan más discusiones. No hay Plan Plurianual. No hay fecha de misión del Fondo Monetario Internacional, de la comitiva que los representa en la Argentina. El Presupuesto entró trabado al Congreso. El gobierno tardó 3 meses en discutirlo, atrapado en sus propias diferencias. Finalmente, ahora empieza a discutirlo apurado y lo que vimos en estas horas choca con la resistencia de la oposición. Tiene que ir a buscar los votos, a negociar con los Gobernadores.

Pero Martín Guzmán estuvo esta semana en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara
de Diputados, y dijo algo que es sintomático del momento en el que está el gobierno. “Es difícil
que este Presupuesto genere entusiasmo porque las necesidades sociales son inmensas y el
Presupuesto está diseñado en función de las restricciones que tenemos”
. Es un estrecho corredor por dónde camina el gobierno. Si la política fuera más expansiva, para el Ministro de Economía habría problema con la macroeconomía, con la estabilidad, con el peso, con el dólar. Pero si hubiera ajuste fiscal, aunque sabemos que Guzmán lo niega mientras gran parte de la oposición sostiene que hay uno pronunciado, que lo hubo durante el primer semestre del año. Lo dijo la propia vicepresidenta y eso hasta tuvo consecuencias en las elecciones. Pero Guzmán insiste que no hay restricciones en lo fiscal que representen un ajuste. “Si hubiera un ajuste fiscal, eso también generaría una situación inestable desde lo social”, dice.

Por eso el gobierno está en un estrecho corredor. No puede inyectar plata en los bolsillos como quisiera. No puede ajustar como le reclama el Fondo, como le reclama el mercado porque está
gobernando una sociedad en carne viva, que viene de muchos años de deterioro, con salarios pulverizados. Lo que forma parte de la agenda de Fuera de Tiempo y me parece que es la
preocupación de la mayor parte de la sociedad. ¿Cuál es el problema de este Presupuesto? Las proyecciones de Guzmán que planea un crecimiento de 4% para el año que viene. Una inflación del 33%, cuando este año esperaba el 29% y va a terminar arriba del 50%. Un dólar oficial que Guzmán prevé que va a terminar en diciembre del año que viene en $131. Una recuperación del salario que Guzmán prevé que va a ser del 4,4%. Un escenario, mal que le pese al gobierno, muy optimista. Sobre todo, si uno mira los índices de inflación y si piensa que este año tuviste el dólar planchado. Durante casi todo el año tuviste las tarifas congeladas. Para el año que viene, eso ya se sabe, lo admite el gobierno, habrá aumento de tarifas. Hay que ver a quién se le aumenta pero aumento habrá. Eso puede impactar en la inflación, sobre todo si el aumento afecta a sectores de menos recursos o sectores de la clase media.

Además, el gobierno va a soltar el dólar, se lo pide el Fondo. ¿Cómo impacta eso en la inflación si
tuviste 50% en 2021? Y vas a tener aumento de tarifas. Y vas a tener otros aumentos que ahora están viniendo. Y vas a tener suba del dólar. ¿Vas a tener 33%? La verdad que suena, en el mejor de los casos, voluntarista. En el peor de los casos, prácticamente ridículo. Dato de inflación, también de esta semana: 2,5% de inflación en noviembre. Es una baja con respecto a los últimos meses. Pero si mirás la película, el Frente de Todos tiene 45,4% de inflación en 11 meses. 51,2% interanual la inflación. Y si mirás la inflación núcleo, que también para muchos es lo más importante, tenés una señal de alarma mayor: 3,3% en noviembre la inflación núcleo que suman 55,5% en los últimos 12 meses -la inflación que tiene que ver con los alimentos, con los costos fijos, con los costos irrenunciables a la hora de construir una canasta básica.

¿Qué es lo bueno de la inflación para el Gobierno? Para este y para cualquiera, que le permite licuar los ingresos, ajustar sobre los salarios, las jubilaciones. Lo que no se puede decir. Lo que hizo en su momento Macri y también hizo el Frente de Todos en estos dos años. Más allá de la recuperación de un punto, de dos puntos que puede llegar a haber en el salario formal de los incluidos, de los trabajadores registrados que sabemos son una minoría de la población, frente al 50% de la población en la informalidad y un 12% de desocupación, además de un índice importante de subocupación. Todo este cuadro que explica las dificultades del gobierno, que explica el borrador del Presupuesto que genera resistencia, incluso hasta en algunos aliados del Frente de Todos, se da bajo la mirada atenta y vigilante del Fondo.

Viene ahora una nueva medida que puede ser leída como otro gesto al Fondo: la tasa de interés real positiva. Va a aumentar la tasa de interés en el banco para el ahorrista y también para el que pide un crédito. Para la Pyme que pide un crédito también va a aumentar. Guzmán dice: “Nosotros también consideramos que es necesario”. Hasta ahora, en estos dos años, no se había hecho. Los plazos fijos en pesos vienen perdiendo por goleada con la inflación. Uno puede decir, sería el tercer gesto del gobierno para cumplir con el Fondo. El primero fue que dejó de quemar reservas en el mercado paralelo. Se le iban miles de dólares tratando de contener la divisa. El Fondo pidió que eso y el gobierno no lo hace más. Se prohibieron los pasajes en cuotas al exterior, una canaleta por la que se van los dólares de la Argentina es el turismo exterior, también a pedido del Fondo. Y esta tercera medida que es la tasa de interés por arriba de la inflación.

¿Por qué el Gobierno está tan apurado ahora? Si durmió el Presupuesto durante 3 meses. Lo explicó Guzmán: “A mí me dijo Massa que no era momento de discutirlo en campaña”. ¿Por qué ahora el apuro? Materia de especulación. Es cierto que vienen meses complicados. Los meses de verano, cuando el complejo oleaginoso, el campo, el agronegocio liquida menos dólares. Aunque este año, en 11 meses liquidó 30 mil millones de dólares, un récord absoluto desde que comenzó el siglo. Desde principios de 2001 hasta hoy nunca había liquidado tanto el campo, según los datos de CIARA-CEC, de las grandes cerealeras. Eso se debe a la superrentabilidad de los commodities en este año donde subió tanto la soja, y subieron tantos otros commodities. Entra ahora el gobierno en unos meses de vacas flacas. Por eso Álvarez Agís advirtió esta semana que puede haber medidas extremas que tenga que tomar el Banco Central como restringir más los dólares para importaciones, para producción, para crecimiento. No sobran dólares y el campo deja de liquidar. Tal vez por eso está el apuro que vemos en el Gobierno por resolver ahora lo que no hicieron en los 3 meses que pasaron.

Se da esto bajo la mirada atenta y vigilante del Fondo. Y se da esto a 20 años, que se están cumpliendo en estas horas nada más y nada menos, del estallido de la convertibilidad. En un contexto en el que el Fondo Monetario está de regreso otra vez en Argentina, sentado a la mesa de las decisiones hoy y por mucho tiempo. Diez años por lo menos, en el caso de que el gobierno logre el acuerdo que está negociando en este momento. Si no, serán 20, si el gobierno logra algo que hoy parece imposible, un plazo especial para pagar la deuda monumental que contrajo Mauricio Macri en tiempo récord. 44 mil millones de dólares que debe la Argentina. No alcanzan las reservas del Banco Central para pagar esa deuda. Vienen los vencimientos, a partir de marzo, de a 4 mil millones de dólares. Y solo en 2022, hay que pagar 18 mil millones de dólares. Otro tanto en 2023.

En el acto del extraño festejo del Frente de Todos, en el día de la Democracia, se festejaba que Alberto y Cristina estaban unidos, que vino Lula, que vino Mujica. Cristina Dijo: “Nos van a venir a monitorear las cuentas, el Fondo es el mismo de siempre”. Contra lo que dice el Presidente, contra lo que dice Martín Guzmán. No es solo el Fondo el que vuelve a 20 años del estallido de la convertibilidad, del estallido social. Vuelven muchas de las ideas que escuchábamos hace 20 años, que eran el sentido común en materia económica. Vuelve Cavallo a la televisión. Respetado por sus entrevistadores, por parte del Círculo Rojo que le pide opiniones. Está López Murphy, el ministro que duró 10 días con de De la Rúa. Está hoy electo con un gran caudal en la Ciudad de Buenos Aires,
diputado en el Congreso, parte de la alianza Juntos. Está Milei en el Congreso, está José Luis Espert. Y está, un dato para mi incluso más importante que todos estos, Carlos Melconian ahora a cargo de la Fundación Mediterránea, usina del pensamiento de la cual surgió Cavallo y que lo convirtió después en Ministro de Economía. La Fundación Mediterránea, 20 años después del estallido, vuelve a diseñar un programa económico para ofrecérselo a la política. Fundación Mediterránea es ultra liberal, en su momento estuvo financiada por Arcor. Hoy habría que ver quién más la financia. Pero eligen a Melconian. Ya no es Melconian un economista de Macri, del PRO. Es un economista de la Fundación Mediterránea para el que quiera comprar, asumir ese programa económico que se empieza a generar desde Córdoba.

¿Cómo es posible que 20 años después del estallido vuelvan esas ideas? Si, como dice el gobierno,
hay recuperación económica, hay crecimiento, entonces no es rebote, es recuperación, según Martín Guzmán. Si aumentan las exportaciones, si aumenta el empleo, si aumenta la inversión. Ese es el vaso medio lleno que trata de destacar el gobierno. ¿Por qué vuelven las ideas ultra liberales entonces? Hay otra explicación posible: la inflación. La plata que no alcanza. La destrucción del poder adquisitivo de la gente. 19 millones de personas que no llegan a fin de año, que están bajo la línea de pobreza, según el INDEC. La brecha cambiaria, dirán otros, que afecta a la producción, que afecta incluso a las exportaciones. La frustración de gran parte de la sociedad que ve cómo cambian los gobiernos y los problemas no encuentran solución, y la plata cada vez dura menos.

Un malestar que empieza a horadar la legitimidad del sistema político, más fuertemente. Un sistema político que, uno puede decir, si mira el contexto regional y mira la propia historia argentina, todavía tiene representatividad. Y está blindado por un gran dispositivo de reducción de daños que nació en el 2001. En su momento eran los Planes Trabajar, hoy podemos decir que es la AUH, el Potenciar Trabajo, el Ella Hacen, la Tarjeta Alimentar. Una serie de transferencia de ingresos que sirve para paliar la situación de los que viven en los márgenes pero no los saca de la pobreza. Eso también tiene un costo para el sistema político porque los sectores más vulnerables quieren trabajo. Y no hay tanto trabajo como el que hace falta. Más allá de lo que muestre el gobierno.

Ahí, en ese contexto, en el que uno ve diferencias y puede destacar la legitimidad que pese a todo
tiene el sistema político, también uno puede ver que la película tiene similitudes con el 2001. La
deuda, otra vez como problema fundamental para la Argentina, que aplasta el crecimiento. Porque todo lo que se recauda tiene que ir a pagar deuda
. El Fondo otra vez como auditor. La pobreza, la desigualdad. La distancia entre las clases dirigentes y los que viven de un ingreso en pesos, como pueden. Y, lo más preocupante, más allá de las peleas, de las tensiones que vemos todo el tiempo, más allá de la grieta, un sistema político que hace unos cuantos años se revela impotente para dar soluciones a los problemas de la mayor parte de la sociedad.

Felices fiestas para la feligresía de Fuera de Tiempo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *