Fuera de Tiempo con Matías Rajnerman

Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina ARG, conversó con Diego Genoud acerca de el acuerdo con el Club de París, el rumbo económico del gobierno, la reforma laboral “de facto” y los dólares que están fuera del sistema bancario.

También estuvo en el programa Juan Germano, docente universitario y director de la consultora Isonomia. Conversó sobre las elecciones que vienen y la discusión en la oposición por el liderazgo de Cambiemos.

“El poder se está moviendo”. Editorial de 26/6/2021 en FM Milenium.

Se acercan las elecciones. Parece mentira pero cada vez falta menos para el primer test electoral que va a enfrentar el artefacto del Frente de Todos. Sucede mientras la mayor parte de la población está pendiente de su día a día, del impacto del Covid en su vida cotidiana, en un cuadro por demás dramático, con una Argentina que ya cuenta más de 90 mil víctimas fatales. Una cifra impensada, inimaginable, cuando Alberto Fernández decidió aquella cuarentena estricta en marzo de 2020, hace quince meses.

Se acercan las elecciones y el poder se está moviendo. Es una doble vía a la que hoy asistimos. Dos cursos de acontecimientos que solo se tocan en un punto. Por un lado, los que sufrieron víctimas fatales muy cerca, en su familia. Los que esperan todavía ser vacunados o esperan la segunda dosis. Los que perdieron los ingresos, los que no llegan a fin de mes. Los que cayeron en la pobreza a partir del comienzo de la pandemia en un cuadro que la Argentina ya vivía de manera crítica después de los últimos años de Macri en el Gobierno.

Según datos de esta semana de la UCA, el 64,6% de los chicos y chicas menores de catorce años son pobres en Argentina, de acuerdo a la información del cierre del año pasado. Una fotografía que no sabemos si empeoró o si, en cierta medida, logró atenuarse. El 15,7% de los menores de catorce años son indigentes. Todo este cuadro, dramático por donde se lo mire, sería todavía peor si el Estado no hubiera destinado o no destinara una parte de sus fondos. La masa de recursos que otorga desde 2001, desde que el país voló por los aires, es cada vez mayor e incluso aumentó en el comienzo del gobierno de Macri. Es una masa de recursos que sirve para impedir que la pobreza siga creciendo pero no sirve para ganarle a la inflación.

Esa formidable masa de contención social que destina el Estado argentino para los que viven en el borde funciona como atenuante pero no alcanza para todos y no alcanza tampoco en esa carrera desigual de los ingresos contra la inflación. Si uno lo compara con otros países de la región, es mucho lo que se destina en Argentina. Si uno observa la realidad que se vive en los barrios carenciados de todo el país, es poco. Es un informe interesante el de la UCA para tomar dimensión de la situación que viven millones de personas cuando faltan poco más que setenta días para las elecciones. Les recomiendo que lo busquen, da cuenta de en qué condiciones se está viviendo en gran parte del país.

Con estos números, con 20 millones de personas bajo la línea de pobreza, con desempleo, con caída del ingreso, en condiciones normales cualquier gobierno iría indefectiblemente a una derrota. Pero el Frente de Todos es un gobierno al que le toca gestionar en condiciones excepcionales y llega luego de la aventura de Macri en el poder. Del fracaso de Macri en el poder. De la crisis aguda que dejó pese al auxilio del Fondo, de Trump. También, este Gobierno llega en condiciones excepcionales por la pandemia, la peor pandemia del último siglo.

En algún punto se van a cruzar estos dos vectores: el de la realidad que afecta a la mayor parte de la población y el del poder. Mientras la mayor parte de la población trata de sobrevivir, trata de ver cómo hace para llegar a fin de mes, el poder se está moviendo. Sobre todo, se mueve la oposición. Hay una disputa abierta, una novedad impensada para muchos hasta hace unos meses. Disputa por la jefatura de la oposición. Se ve por primera vez a Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno Porteño, haciendo un esfuerzo, decidido a pelear por ser la cabeza del espacio opositor. Se está discutiendo quién conduce la fuerza política que mejor sintoniza con las demandas interminables del establishment.

Horacio Rodríguez Larreta anticipó esta disputa y busca recibirse de jefe pese a que Macri pide no ir a internas. Larreta, criticado muchas veces por su tono moderado, es un político que ya vivió varias vidas, que se inició en la política en el menemismo, que lleva tres décadas actuando en política, quiere jubilar a Macri. Lo que había dicho en su momento Emilio Monzó, lo que había dicho también Rogelio Frigerio. Lo que les costó muy caro a ambos, blanquear ese deseo de gran parte de la oposición de jubilar a Macri. Ahora se lo propone Larreta y no está solo. Juega fuerte el Jefe de Gobierno Porteño, que además le sobran recursos desde el maxikiosko de la Ciudad, como dice Jorge Asís, con un presupuesto muy abultado en el distrito más rico de la Argentina para hacer campaña, propaganda, publicidad. Con aliados de peso dentro de la mesa chica de Cambiemos, con Santilli que cruza la General Paz y se recibe de vecino de Nordelta. Y con María Eugenia Vidal, que también cuida sus propias acciones, que juega la personal. Le genera un problema a toda la oposición porque dice “a la Provincia no voy más”. A la misma provincia que la plebiscitó en 2015 y le dijo “andate” en 2019, cuando apoyó de forma masiva a Kicillof. A Buenos Aires, Vidal, no quiere volver más. Por eso se desata la disputa de poder dentro de Juntos por el Cambio.

Si bien Larreta y Macri parecen dos figuras que tienen fuerzas equiparables, cuando uno mira la dirigencia de Juntos por el Cambio, se da cuenta de que a Larreta lo acompaña Vidal, lo acompaña
Santilli, lo acompañan Ritondo, Monzó, Frigerio, Lousteau, Carrió, Durán Barba. Hasta Marcos Peña
. Toda una dirigencia, muchas veces, peleada entre sí, contradictoria. Pero toda esa dirigencia dice “Macri ya fue”. Hasta los radicales se le animan a Macri con Facundo Manes, que parece ser la llave del radicalismo para entrar en la Provincia de Buenos Aires. Facundo Manes, el neurocirujano, el
outsider que ahora quiere competir con el apoyo del radicalismo. Y los radicales que sienten que con Manes en provincia y Lousteau en la Ciudad de Buenos Aires, pueden pelear la jefatura de Juntos por el Cambio y dejar ese lugar incómodo de furgón de cola que tuvieron desde que se fundó Cambiemos en 2015.

Además está Espert. Además está Milei. Además, no se sabe bien dónde, pero también pelea su lugar Florencio Randazzo y el peronismo no kirchnerista. Pero detrás de esa oposición, detrás de esas figuras políticas que vemos, detrás de la PASO que se viene indefectiblemente dentro de Cambiemos, el poder económico juega sus fichas. El establishment, el Círculo Rojo, como se lo quiera llamar. Clarín, La Nación, Infobae, los grandes medios de comunicación que hacen sus apuestas, los que apostaron a Macri y se prendieron fuego. Que apostaron también, algunos de ellos, a Alberto Fernández para que rompa su alianza con Cristina Kirchner. Y, dos años después, se dan cuenta de que ese experimento no funcionó. Si Alberto no fue eficaz para lo que quería Cristina, tampoco parece haber sido eficaz para lo que querían los enemigos de Cristina.

Entonces el establishment busca dónde poner sus fichas otra vez. No son solo los grandes medios
de comunicación, por supuesto. Son también las consultoras que inventan candidatos y los llevan
a los medios, que generan tapas de diarios, clicks. Que construyen una ficción, la ficción en la cual se busca montar un proyecto político, un proyecto de poder. Así se puede decir que surgió el proyecto de Macri. No son solo los medios, no son esas consultoras nada más. También con Techint, un grupo fundamental en la Argentina, con mucho poder, la trasnacional dirigida por Paolo Rocca y que ahora conduce la UIA. A través de Funes de Rioja desplazaron a Miguel Acevedo, que representaba al agronegocio, a Aceitera General Deheza, más ligado al gobierno. La UIA, liderada por Techint, también está buscando candidato.

En estas elecciones, mientras la mayor parte de la población busca llegar a fin de mes, el poder
económico discute cuál es el mejor vehículo para representar sus intereses ahora, en 2021, pero
sobre todo en 2023, cuando se discuta el poder en serio
. Quizás puede haber una acuerdo entre
Larreta y Macri, alguna transición no traumática, o puede haber una pelea en la cual Larreta necesite consumar un parricidio. Larreta y la generación de dirigentes que lo acompañan, muchos de ellos se criaron con Macri. Otros, como Ritondo, como Santilli, como Larreta, ya tenían una educación política previa pero con Macri llegaron al poder.

También en el Gobierno se está discutiendo cómo se reorganiza el poder, en el Frente de Todos y en las alianzas del Frente de Todos. Esta semana se conoció la confirmación de un dato que había publicado primero en Letra P, ahora en elDiarioAr: la venta de Edenor, que es la distribuidora de luz más gran de Argentina. Tiene 3 millones de clientes pero son aproximadamente 9 millones de personas las que reciben la energía de Edenor. Pasa a manos de José Luis Manzano, una figura fundamenta del establishment que fue alguna vez miembro de la Renovación Peronista, que fue Ministro del Interior de Menem y que hoy tiene un poder envidiable. También, se prendió fuego en la política en el menemismo, sin embargo, demuestra que no hace falta seguir jugando a la política para estar en el poder.

Manzano, dueño del multimedio América, con Vila. Dueño de Edenor, dueño de Edemsa, que es una distribuidora que ya abastece de luz desde hace tiempo en Mendoza, también junto a Vila. ¿Quién aprueba la venta de Edenor? Obviamente, el Gobierno Nacional. El ENRE, que es el ente reguladora
de la energía eléctrica. Pero, sobre todo, la aprueba Cristina Fernández de Kirchner, que lo conoce a Manzano desde hace tres décadas. Pasó por la ventanilla de Cristina el dictamen técnico que firmó
el ENRE y no encontró ninguna objeción para que Marcelo Mindlin, otro empresario hiperpoderoso
de la Argentina, dueño de Pampa Energía, se desprenda de Edenor y se la dé a Manzano.

El Frente de Todos, ese frente tan heterogéneo, le acaba de dar la empresa de luz más importante de la Argentina al ex menemista Manzano. Que ahora apoya al Gobierno y que, sobre todo, tiene en Sergio Massa un delegado, un socio, cada uno puede llamarlo como quiera. Pero cuando uno mira la pantalla de América, se da cuenta de que Sergio Massa es el candidato del grupo Vila-Manzano, del Grupo América. Mismo grupo en el que está Claudio Belocopitt, el empresario dueño de una prepaga al que vemos desaforado quejándose, mientras anuncia el cataclismo por el Covid, porque no vienen los aumentos que reclaman en su rubro.

Por eso digo, el poder se está moviendo no solo en la oposición, que ve en Rodríguez Larreta, quizás, una nueva oportunidad. O en Facundo Manes. También se está moviendo el bloque empresario que está integrado al Frente de Todos. Como alguna vez me dijo Eduardo Basualdo, el Frente de Todos no es solo los perseguidos por el macrismo, también es una facción del establishent que se enfrentó, que finalmente no pudo hacer los negocio que quería durante el macrismo. Mientras la mayoría lucha por sobrevivir, se activan las endorfinas de la dirigencia. Hacen sus apuestas los políticos pero y el poder económico. Nunca se desaniman las almas nobles del establishment.

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