Indecisos eran los de antes

Nota publicada en La Política Online el 16/09/2023. Foto: Aglaplata

Milei se eleva gracias a los nuevos “indecisos activos” enojados por la inflación, que repudian el sistema. Por qué Massa necesita a Bullrich.

Javier Milei está primero entre los que menos tienen, arrasa en la clase media y aparece por ahora segundo en los niveles económicos más altos. Las mediciones de Aresco ofrecen un panorama de las arenas movedizas en las que la clase política pretende hacer pie. La tendencia electoral favorece al candidato de La Libertad Avanza y su centralidad se agiganta por doble vía: las distintas caras de la crisis que no da tregua a sus rivales y la campaña cruzada que busca derribarlo antes del 22 de octubre.

Del análisis electoral de las primarias que hizo la consultora que dirige Federico Aurelio, surge que el 65% de los votantes de Milei son menores de 35 años y son hombres. La intensidad del voto a Milei además es mayor entre los más jóvenes. Entre los menores de 20, lo votaron 7 de cada 10; entre los menores de 35, 5 de cada 10. Un mes después de las primarias, los estudios que ordena Aurelio en forma semanal indican que el escenario se alteró en favor del ganador de las primarias porque su sello partidario vulnera ahora al peronismo en su fortaleza principal, el voto de los sectores más bajos.

La inflación de 12,4% en agosto, 80,2% en 8 meses y 124% en el último año de Sergio Massa como ministro explica en parte esa tendencia y traduce al terreno de la estadística el temblor que afecta a los que viven de un ingreso en pesos en los meses en que deben decidir a quién votar. El salto a los dos dígitos, que no se registraba desde febrero de 1991, y la profundización de un régimen de inflación descontrolada trae de regreso experiencias, imágenes y comportamientos que remiten a la Argentina que alumbró al menemismo y la Convertibilidad.

Con precios de los alimentos que se dispararon 15,6% en agosto y 133% en el último año, reservas negativas y caída de la actividad, que el ministro de Economía gane las elecciones presidenciales solo será posible si una mayoría deja de lado la realidad efectiva y sale en defensa del Estado y la democracia para evitar la llegada de la ultraderecha al fin del mundo. En eso está empeñado Massa, con un despliegue de anuncios que prioriza a la aristocracia obrera que hace una década lo vio como alternativa a Cristina. Diez años después, Massa es el candidato de la vicepresidenta y enfrenta un panorama impensado en su tiempo de líder antikirchnerista: en las grandes fábricas y terminales automotrices, se divisa un corte generacional y los más jóvenes vienen, en muchos casos, de votar a Milei. ¿Con qué pedagogía pueden disuadirlos adultos asociados a todo tipo de fracasos?

Si la batería de paliativos que Massa multiplica como respuesta a la devaluación que él mismo ejecutó por orden del Fondo se sobreimprime sobre un fondo de inestabilidad explícito, el intento de reconfiguración de Patricia Bullrich choca con un escenario en el que el lugar que construyó para ella durante cuatro años fue ocupado por el que se suponía era un actor de reparto.

La reaparición de Mauricio Macri ya no le suma a una candidata que comprueba cada día cómo se alteraron los roles. Después de haber ganado el mayor protagonismo de su vida de la mano del ex presidente, ahora advierte que Macri no quiere ver crecer desde el PRO nada que no lleve su apellido. Después de haberse peleado con el 90% de Juntos para que Milei ingrese a la alianza antiperonista, ahora ve como su socio de ayer la destripa en su lenguaje.

Los datos de Aresco indican que el ex Frente de Todos perdió en las PASO 6.485.348 con respecto a las generales de 2019 y Juntos vio como 4.113.557 huían en busca de una alternativa distinta al peronismo. Si se suma lo que perdieron otras fuerzas, son más de 12 millones de votos que decretaron el fin de la polarización después de una década de caída de la actividad, estancamiento, altísima inflación y fuerte deterioro del poder adquisitivo. 

Entre los más de 7 millones de voluntades que capturó Milei, los ausentes y el voto en blanco, hay otros 12 millones de personas que expresaron de alguna manera su rechazo o indiferencia frente al sistema político y el menú electoral. Toda la campaña de Massa y Bullrich hasta el 22 de octubre -y tal vez, el 19 de noviembre- está centrada en recuperar a los desertores y llegar de alguna manera al mundo de los que no votaron.

Aurelio dice que la representación política se reseteó y hoy la misión es más difícil que nunca, convencer a los que no quieren a nadie. Por eso, la persistente crítica de Juntos al kirchnerismo va dirigida al núcleo duro sin apelar a los desencantados y el peronismo se enfrenta a un problema inédito.

“El nuevo no votante era de Alberto en 2019 y pertenece en muchos casos al nivel socioeconómico bajo. Pero ya no es un votante potencial peronista. En 2021, tenías posibilidad de recuperarlo. Hoy es un ex votante peronista y Milei con un pequeño porcentaje, puede ganar en primera vuelta”, dice el consultor que trabaja para dirigentes del gobierno y la oposición. En ese caso, nadie puede saber qué va a pasar desde el 23 de octubre hasta el 10 de diciembre. El Fondo, que le prestó un respirador artificial a un Massa que llegó ahogado a Washington hace algunas semanas, hoy censura sus medidas de candidato y sigue exigiendo una devaluación mayor.

Los números de Aresco ubican a Massa en segundo lugar detrás de Milei y a Bullrich, postergada. En un escenario con proyección de indecisos, Milei ronda hoy los 37 o 38 puntos y Massa está en 30 o 31. Según las mediciones de Aurelio, el fuerte crecimiento que registra Milei en relación al 13A sufrió, sin embargo, un retroceso de 2 puntos en las últimas semanas. El escenario se presenta abierto y la interpretación electoral puede cambiar mucho si alguno de los tres candidatos sube o baja 2 o 3 puntos.

Sin embargo, la particularidad de la elección es que los indecisos son parte de una sociedad que está harta del sistema político. Es lo que dice Jaime Durán Barba, el consultor que convirtió a Macri en un producto político exitoso y quedó al margen de la campaña presidencial con el fiasco electoral de Horacio Rodriguez Larreta. “El indeciso actual no se parece al de la antigüedad. Antes estaba indeciso el que decía no sé bien quién es el candidato, no me interesa. Los indecisos actuales son muy activos, es más posible que voten por alguien que rechaza el sistema”, dice. 

Durán Barba define a Milei como un “payaso exitoso”, pero sostiene que encarna el mismo fénomeno que Donald Trump en Estados Unidos y una larga lista de outsiders que aparecieron de la nada y ganaron las elecciones en distintos países de América Latina. De su descripción se desprende que hay un error cuando se piensa que el que no fue a votar en las primarias puede favorecer a las fuerzas que quedaron detrás de Milei. “El indeciso va a responder fácilmente a favor del espectáculo de Milei, más allá de lo que diga o piense. Yo tengo bronca con el sistema y veo un tipo que vive insultando a todo el mundo, gritando: perfecto, este me gusta”, opina. 

Cuestionado por los votantes del macrismo que lo consideran un traidor y sin diálogo con el ex presidente, Durán Barba afirma que Macri tiene un 68% de imagen negativa y no ayuda a Bullrich de ninguna manera. Lo mismo Carrió, que tiene según sus números un 75% de imagen negativa, y fortalece a Milei cada vez que lo critica. 

Histórico detractor del Papa Francisco, Durán Barba está convencido de que la crítica de la Iglesia enaltece al vindicador menemista que quiere privatizar desde el agua hasta las calles. Por eso, afirma, Cristina ayuda a Massa con su ausencia. “Está actuando muy bien para ayudarle a Massa. Porque si asoma, le quita votos. Cristina es muy astuta, no es tonta”, repite. Aurelio coincide con eso. “Cristina tiene un papel muy importante, pero lo que necesita el espacio del peronismo es llegar a nuevos votantes. Lo que ella tiene ya está en Sergio”, dice. Durán Barba estuvo el lunes pasado con Bullrich en Buenos Aires y le recomendó sin éxito que acentúe lo que considera su perfil distintivo, ser la única mujer entre las tres fuerzas que se disputan la elección. Sin embargo, la ex ministra se ve demasiadas veces opacada por la presencia de dos hombres, Macri y Carlos Melconian.

Que la crítica al sistema la capitalice el líder del mesianismo de mercado que propone regresar a los años noventa y reivindica a la última dictadura militar pone sobre la mesa discusiones obturadas por años en torno al Estado, la democracia y el tipo de sociedad que se edificó en cuatro décadas. El triunfo de Milei sería la consagración local de lo que pocos políticos se animan a contradecir en serio, un “mercado divinizado”, según la definición que Francisco patentó hace una década en la encíclica Evangelii Gaudium. En las elecciones generales se sabrá qué eficacia tiene la defensa del sistema que hacen en forma desesperada los mismos actores que le dieron legitimidad a Milei, en un contexto de deterioro crónico que anula todo horizonte.

Nadie puede creer que la emergencia de la ultraderecha sea un invento argentino. Lula da Silva, que sufrió a Jair Bolsonaro y hoy gobierna en un equilibrio precario de fuerzas, está atento a los resultados del 22 de octubre en Argentina. Lula dice que hoy está en juego el futuro de las democracias y en eso coincide con Joe Biden, a quien verá el miércoles próximo durante la asamblea general de la ONU. En Washington, los estrategas de la Casa Blanca coinciden con los que asaltaron el Capitolio: todos ven a Milei como el dueño de la franquicia argentina de la internacional trumpista.

El camino a octubre está tomado por la incertidumbre y marcado por contradicciones que hacen todo más impredecible. Milei, que surgió como producto del fracaso de sus rivales, juega un papel ambiguo en el terreno partidario. Si Juntos y el peronismo le dieron de comer hasta el 13 A apostando a que les resultaría funcional, hoy la tentación persiste. Para Federico Aurelio, si se mantienen los números actuales, Milei puede ganar a nivel nacional pero todavía resulta funcional al triunfo de Axel Kicillof en la elección de la provincia de Buenos Aires y del peronismo en distintos municipios de todo el país. Es lo que, según parece, advierten los líderes de La Cámpora que le objetan al gobernador en plena campaña su pretensión de componer una nueva canción, como si la madre de todas las batallas estuviera ganada.

Milei captura votantes enojados con las dos fuerzas pero los sondeos muestran que es Bullrich la que más sufre su ascenso. La paradoja es que Massa pelea por entrar al balotaje y dejar afuera a la ex ministra, pero, tal como marca Aurelio, tampoco le conviene que el voto útil se imponga en beneficio de La Libertad Avanza y Bullrich quede por debajo de los 25 puntos. El peronismo precisa que Cambiemos se sostenga competitivo. Si Bullrich se derrumba, Milei quedará más cerca de ganar en primera vuelta.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *