Fuera de Tiempo con Didier Bolsh

 Didier Bolsh, repartidor de aplicación de delivery, conversó con Diego Genoud para conocer las condiciones en las que trabajan y cómo es la relación con las empresas.

“El gobierno de Milei”. Editorial 18 de abril en Radio con Vos.

Vivimos días en los que por momentos da la sensación de que en la Argentina puede pasar cualquier cosa. En estas últimas horas, en estos últimos días, con el dato de inflación de 7,7% en marzo, con la disparada de los precios de los alimentos, con la suba de tarifas que tiene que ver con la reducción de subsidios, con el acuerdo firmado con el Fondo que se confirma ahora, después de varios meses, es inflacionario. Y es recesivo, porque implica soltar el dólar, aumentar tarifas, subir la tasa de interés. 

Es en un contexto de fragilidad e inestabilidad que no empezó ahora, sino que lleva varios años, que incluso precede al gobierno del Frente de Todos. El cuadro de deterioro crónico se agrava. El dato de inflación, cada vez que aparece, es un mazazo para el Gobierno. Ya hay un piso más alto para la inflación, no parece que este 7,7% haya sido pasajero, sino que las primeras mediciones de las dos primeras semanas de abril hablan otra vez de un número que no va a tener nada que ver, todo indica, con la predicción de Sergio Massa, que en su momento había hablado de que en abril el número de inflación iba a empezar con 3. Nadie apuesta hoy a eso. Al contrario, se espera que empiece con 5, con 6 o con 7. Incluso, circula, se habla, se especula hasta qué momento va a seguir Massa en el Ministerio de Economía.

Renunció Antonio Aracre, hoy mismo, hace unas horas, el jefe de Asesores de Alberto Fernández, con quien tiene o tenía una muy buena relación. Venía de una multinacional como Syngenta. Se va en una situación confusa, dice que es para desactivar una operación en el marco en el que algunos hablan de la posibilidad de que Massa dé un paso al costado. No lo sabemos, por supuesto. Pero sí está el dato de esta renuncia del jefe de Asesores de Alberto Fernández que había asumido hacía muy poco tiempo. 

No es solo el dato de inflación lo que preocupa, sino también la disparada de los dólares paralelos. La cotización a la que llega hoy el dólar blue, arriba de $415, $420. Fragilidad extrema que se retroalimenta, la disparada de precios que ve cualquiera que va al almacén en un año electoral. Es un año de turbulencia, además. Donde falta mucho todavía para que llegue el momento de ir a votar. 

En el centro de las decisiones, en el centro de la política y las especulaciones, aparece también la figura de Javier Milei. El diputado de Libertad Avanza que hoy habló en Llao Llao en Bariloche a los empresarios más poderosos de la Argentina, entre los cuales estaba Eduardo Elsztain, el dueño de los shoppings en diversas ciudades, en especial en CABA, un gran desarrollador inmobiliario. Estaban ahí también los dueños de Globant, Martín Migoya. Estaba Marcos Galperin. Los empresarios que vienen ganando y mucho en los últimos tiempos y que quieren escuchar las ideas de Javier Milei. 

No solo esas; también las de gran parte de los dirigentes de la oposición, pero todo hace agigantar la figura de Milei. El dato de inflación, la caída del salario real, los pesos que se devalúan cada día, la disparada del dólar paralelo. Ante esta crisis que vive la Argentina, también aparece la falta de legitimidad de la política y Javier Milei viene con respuestas contundentes. Alguno puede pensar, “con recetas mágicas” para afrontar estos problemas. Pero Milei, que hoy le habló a los empresarios más ricos de la Argentina, tiene un mensaje con respuestas contundentes que va más allá del Llao Llao y penetra a nivel social. Por lo menos eso es lo que dicen todas las encuestas.

Dice Milei, primero, que el problema de la Argentina son los políticos, “la casta”, como supo bautizar a la dirigencia política. ¿Todos los políticos son el problema de la Argentina para Milei? No todos porque hay una reivindicación muy fuerte para Carlos Menem, para Domingo Cavallo. Hay, a su vez, una invitación a Macri y a Patricia Bullrich a ser parte del mismo espacio.

El discurso de Milei es contra un tipo de dirigencia política, contra algunos políticos. Los del Frente de Todos, por supuesto. Algunos que están en Juntos, como Horacio Rodríguez Larreta. Incluso, Elisa Carrió, que viene de decir o de denunciar en público que Macri piensa como Milei y quiere la ruptura de Juntos para terminar al lado de Milei.

Primera respuesta contundente a la crisis de parte de Javier Milei: el problema son los políticos. No todos, como decía, pero sí la mayoría. A salvo quedan Menem, Cavallo, Macri, Patricia Bullrich. Segunda respuesta contundente de Javier Milei a la crisis de la inflación descontrolada que vive hoy la Argentina —105% interanual—, a la de la restricción externa, a la de la falta de dólares, de la caída de reservas: la dolarización. Como una receta mágica, en distintos sectores de la sociedad empieza a presentarse como una alternativa.

Veinte años después del estallido de la convertibilidad, de esa ficción contable que era la convertibilidad, en la que 1 peso era igual a un 1 dólar, vuelve hoy un economista, un político, a prometer un tipo de paridad. Una salida que, por supuesto, tiene costos y hay que ver incluso si es posible llevar a la práctica. Leía lo que le decía Marina Dal Poggetto, la directora de la Consultora EcoGo, en un informe de Esteban Lafuente para el diario La Nación: “La dolarización es la contracara del fracaso de una sociedad que no puede formar una moneda, sostenerla”. El peso que cada día vale menos en los bolsillos de la sociedad Argentina.

Decía Dal Poggetto, que también es muy escuchada en los círculos de poder, entre empresarios y sectores de la oposición: “Tampoco la dolarización resuelve los problemas. No soluciona la distorsión de los precios relativos ni la situación fiscal”. Hoy en la Argentina los precios tienen valores que no tienen relación unos entre otros. Cuánto cuesta un alquiler, cuánto cuesta un par de zapatillas, cuánto cuesta salir a comer en la Argentina. A menos que alguien te entregue los dólares, decía Dal Poggetto. Y Argentina no los tiene.

Lo que argumentan algunos en el gobierno del Frente de Todos, de este experimento de unidad peronista, es por qué no suben los salarios en la Argentina, por qué la plata no alcanza. Porque el Banco Central no tiene dólares, pese a que, como muchas veces en este espacio se repite, lo hemos hablado con Mariana González del Centro CIFRA de la CTA, el Frente de todos tuvo dólares a patadas pero lo desperdició. Tuvo un superávit comercial de 45 mil millones de dólares en estos años. Sin embargo, los dólares no le alcanzan.

La dolarización, que sería la medida número uno del gobierno de Milei, ¿qué tipo de paridad implicaría? ¿Qué tipo de cambio podría hacerse hoy en la Argentina hacia una dolarización? Leía en un informe de Fundar que, si uno quiere reemplazar, hay que hacer una cuenta. La cantidad de dólares que circulan de dólares en la Argentina con la cantidad de pesos que circulan en la Argentina para pensar cómo sería esa paridad. El dólar no debería estar en $420, como está hoy, sino que debería estar en $2.280 por dólar, sólo si se tiene en cuenta a la base monetaria. Y si además se tiene en cuenta lo que hoy el Banco Central está destinando a sostener los intereses de las LELIQ, los pases pasivos, es otra cuenta mucho más amplia y el dólar debería estar en $7.000. Si vamos a una dolarización mañana en la Argentina, implicaría un ajuste y una nueva pérdida del poder adquisitivo. Por eso, la salida “mágica” de Javier Milei puede seducir pero tendría costos formidables para una sociedad que ya viene sufriendo, que ya sabe lo que es que la plata no le alcance, incluso con este dólar oficial que está en alrededor de $220 y este dólar paralelo en alrededor de $420.

Lo que llama la atención o no, de lo que todo el mundo habla hoy, por lo menos al nivel de la toma de decisiones, es que Javier Milei es el gran nombre de este año electoral. Lo que aparece como la gran novedad con estas soluciones rápidas, contundentes: “la culpa es de los políticos”, “la salida es una dolarización”. 

De las entrañas del sistema surge un personaje como Milei que se presenta como antisistema. Un economista que trabajó durante muchos años para Eduardo Eurnekián, uno de los magnates más importantes de la Argentina, dueño de Aeropuertos Argentina 2000 y de mucha relación con políticos importantes del Frente de Todos, como Sergio Massa. Eurnekián tuvo contratado a Javier Milei durante años, antes de que diera este salto a la popularidad y se convirtiera en el fenómeno que es hoy a nivel político, a nivel social, a nivel de las redes sociales.

Llama la atención que el político antisistema que es para una parte de la sociedad Javier Milei haya nacido de las entrañas de este mismo sistema. Y, además, que proponga una salida que se podría denominar como un extremismo de mercado, un “sálvese quien pueda”. Un “sálvese quien pueda” que en Juntos algunos también proponen pero no tienen la espalda para llevar adelante. Macri con el fracaso tan elocuente en su gobierno, con la imposibilidad de ir a una reelección, y ahora diciendo que no competirá, está admitiendo que no tiene la capacidad para llevar adelante un proyecto como el que propone desde otra identidad Javier Milei. Para ese nuevo proyecto, Milei invita a Bullrich. Para ese nuevo proyecto, Milei invita a Macri. Los acepta en este esquema porque entiende que no hay diferencias profundas. 

Lo que dice Milei no solo preocupa a una parte de la sociedad que lo rechaza, no solo preocupa a una parte del peronismo, porque ya no es sólo una variable que le puede permitir a Axel Kicillof ganar en la Provincia de Buenos Aires con los votos que le arrebate Milei a Juntos. Ahora Milei aparece como un candidato con chances de entrar a un balotaje, por lo menos eso es lo que muestran algunas encuestas. Entonces, preocupa a todo el peronismo. Ya no es el que le roba votos a Juntos, sino que es el que puede entrar a una segunda vuelta en la Argentina.

También preocupa a los bancos. Un informe de una consultora que se llama 1816, que trabaja con el sector financiero, habla del riesgo de la profecía autocumplida. No estamos hablando de una consultora ligada al Gobierno ni a los sindicatos, que si crecen las chances electorales de Milei, la sola existencia de la idea dolarizadora puede generar una corrida contra los depósitos en pesos. La sola existencia de Milei, la sola probabilidad de que gane las elecciones o entre a un balotaje, puede generar una corrida. Entonces, lo que hoy aparece simplemente como una propuesta, se convertiría en un riesgo cierto si muchos van hoy a buscar los dólares que los bancos ni el Banco Central tienen. Los depósitos están asegurados siempre y cuando no vayan en masa hoy los dueños de depósitos al sistema financiero a reclamar sus dólares.

La propuesta de Milei también preocupa al Fondo Monetario Internacional. Porque Milei dice que hay que eliminar las retenciones. ¿Cómo sería eso para el Fondo que quiere cobrar la suya, y que por eso está a favor de que subsistan las retenciones, uno de los pocos mecanismos que tiene el Estado argentino para acceder a los dólares? Vemos cómo sufre hoy el gobierno del Frente de Todos ante esta sequía y cómo va a sufrir incluso en los meses que viene donde se va a sentir más fuerte su impacto.

Estamos hablando de un eventual gobierno de Milei que no solo preocupa al peronismo, sino que preocupa también a los bancos, al Fondo Monetario Internacional y al Departamento de Estado en Estados Unidos. Porque a Milei lo leen en clave con Bolsonaro y con Trump, que son otros exponentes antisistema. Antiestablishment, podríamos decir, porque surgen como un rechazo a la dirigencia política que se alternó en el gobierno en los últimos años. Son una variante extrema del sistema que cuestiona a la dirigencia política, al establishment partidario y que, incluso como en el caso de Trump, se enfrenta con algunos fondos de inversión que pesan muy fuerte en Wall Street. Por eso también es una disputa intestina, entre distintas variantes del sistema aunque a Milei le guste y le rinda presentarse como antisistema. 

Hay empresarios también preocupados, dicen en Juntos, por esta pelea de Larreta versus Macri. Porque si no se llega a una síntesis, si no aparece una solución, solo beneficia a Milei. Hay preocupación porque nadie sabe qué va a pasar en la Argentina de acá hasta las elecciones. A veces parece que puede pasar cualquier cosa, cuando uno mira los indicadores de la economía y, ni hablar, del malestar social que esto implica, cuando tenemos a la mayor parte de la población con salarios que están en el umbral de la pobreza.

¿Cómo sería un gobierno de Milei? Es la pregunta que se hacen hoy los empresarios que lo fueron a escuchar en el Llao Llao. Porque Milei habla como si pudiera arrasar con todo, como si él tuviera la licencia social que ya Macri no tiene porque se prendió fuego en el gobierno. Como si Milei pudiera avanzar contra el populismo, contra los sindicatos. Uno mira algunos datos aparentemente inconexos, como los despidos de 48 trabajadores de prensa del diario Clarín, una de las empresas más importantes del negocio de la comunicación. Clarín lo hace porque entiende que las ideas de Milei ya están ganando la discusión, que se puede avanzar con despidos de un día para el otro sin ningún tipo de negociación, pasando por arriba de derechos, de garantías, de sindicatos. Ahí se ve también la propuesta de Milei.

Milei se fortalece y de alguna manera ya está ganando la discusión. Ya gobierna en alguna medida, ya se puede sentir el gobierno de las ideas que expresa. Hoy puede ser Milei y mañana puede ser otro. Fue Domingo Cavallo en su momento, fue Menem. Fue Jair Bolsonaro en Brasil. Lo intentó hacer Macri. 

Hoy vamos a tener en Fuera de Tiempo una entrevista con un repartidor para ver cómo esas ideas que a veces uno piensa que las va a llevar adelante otro gobierno ya rigen en la práctica. La precariedad absoluta en la que vive 1 de cada 2 trabajadores hoy en la Argentina, sin derechos, sin posibilidades de tener una paritaria acorde con la inflación. Por eso uno puede pensar que las ideas de Milei ya gobiernan. Es lo que piensa, por ejemplo, María Eugenia Vidal, que dice en privado: “Ahora se pueden hacer muchas más cosas que cuando Cambiemos gobernaba no se podían hacer”.

Por lo pronto, Milei ya gobierna la oposición. Es el nombre propio que parte aguas. Lo decía Elisa Carrió denunciando a Macri, su socio de ayer, porque se quiere ir con Milei. Y las encuestas que encarga Horacio Rodríguez Larreta le muestran que puede ganar la interna porque Milei se lleva los votos de Patricia Bullrich. Milei es un original comparado con Patricia Bullrich, y muchos de los votos que Patricia Bullrich quiere ya decidieron por Milei. Y por eso Bullrich aparece en una trampa cuando Milei la invita a ser parte, porque no se puede ir pero también siente que Milei le está ganando esa batalla por el voto más duro de los sectores antiperonistas, antikirchneristas.

Ya gobierna la oposición, ya gobierna las encuestas Javier Milei. Se habla de que lo que tuvo en la Ciudad de Buenos Aires hace dos años ahora es un capital nacional, más allá de que le fue mal en las elecciones de la Patagonia. Como candidato a Presidente, Milei aspira a que esos 15 o 20 puntos que obtuvo en 2021 en la Ciudad de Buenos Aires, ahora los tenga como un piso nacional. Un crecimiento formidable.

Después del fracaso de Cambiemos, después del fracaso del Frente de Todos, mucha gente común puede pensar en que la alternativa tiene que ser muy distinta a todo esto. Lo escuchaba hace unos, meses en esta misma radio, la entrevista a un carnicero de Mataderos que había votado en el 2015 a Macri, en el 2019 a Cristina y ahora va a votar a Milei. Es decir que Milei no solo habla para los empresarios más ricos de la Argentina. Es decir que su discurso no sólo seduce a los empresarios más ricos de la Argentina. Hay otros sectores: se habla mucho de la juventud que piensa que Milei puede ser una alternativa, incluso y aunque su programa de gobierno los termine perjudicando.

Milei es el nombre más importante de hoy, de la campaña, el que tiene a toda la dirigencia política especulando en torno a sus posibilidades, el que gobierna el debate público con medidas como “la dolarización”. El que gobierna en las encuestas, el que gobierna ya a una parte del círculo rojo que asegura que Juntos no va a poder hacer el ajuste de shock que hace falta hacer. Que Milei ya gobierne en todas estas esferas, nos da una noción, un dato importante, ineludible, sobre quién gana y quién pierde en este proceso electoral que está avanzando en la Argentina en medio de un tembladeral. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *